500 g de carne picada.
2 rodajas de pan lactal.
Una yema de huevo.
Ají molido.
Ajo en polvo.
½ cdta de comino.
Una cda de orégano fresco.
Pimentón.
Queso rallado.
Cebolla.
Ajo.
Puré de tomates.
Caldo de carne.
Hierbas aromáticas (albahaca, romero, laurel).
½ k de papines.
4 dientes de ajos machacados.
Aceite de oliva, c/n.
Sal y pimienta, a gusto.
150 g de muzzarella.
150 g de queso parmesano.
1Poner los papines bien lavados, con cáscara, cortados al medio en una placa con apenas de aceite, ajos machacados, sal y pimienta.
2Llevar al horno hasta que estén bien dorados.
3Poner la carne picada en un bowl y agregarle la yema de huevo.
4Procesar el pan y añadir a la carne picada y la yema.
5Sumar los condimentos: sal, pimienta, paprika, ají molido, ajo en polvo, pimentón, queso rallado, comino y orégano.
6Mezclar hasta formar una pasta y hacer bolitas del tamaño que más les guste.
7Dorar las albóndigas en una sartén con aceite de olivar y reservar.
8Para la salsa, picar las cebollas y el ajo y rehogar en la misma sartén con aceite de oliva.
9Cuando la cebolla esté dorada, volver a poner las albóndigas.
10Agregar el puré de tomates, caldo de carne y aromáticas.
11Dejar cocinar unos minutos con la olla tapada.
12Cuando están las albóndigas ya bien cocidas en la salsa, volcar en una fuente y agregar los papines.
13Mezclar un poco, agregarle los quesos, gratinar y servir con albahaca fresca.