Un pan de molde sin rebanar.
300 g de queso cheddar en láminas.
100 g de manteca.
Palillos de brochette.
Sal y pimienta, a gusto.
Salsa de tomates.
1Retirar la superficie de la pieza de pan y cortar en 4 ó 6 bastones iguales dependiendo de qué tan grande sea el pan.
2Colocar los bastones sobre la tabla y cortar ranuras sin llegar a cortar del todo con una distancia de un cm.
3Colocar la fetas de queso cheddar en las ranuras y sellar sobre una sartén caliente con manteca derretida. Condimentar con sal y pimienta.
4Sumergir la brochette en la salsa de tomates caliente y disfrutar.