400 g de mezcla de quesos (pueden ser Alpino, Lincoln, Gruyere, Raclette, Emmental, fontina y/o raclette).
2 cdas de fécula de maíz.
Un diente de ajo laminado (optativo).
200 cc de vino blanco.
Nuez moscada y pimienta, a gusto.
Un chorrito de kirsch a gusto.
1Mezclar la fécula con los quesos.
2En un caquelón, cazuela o sartén de hierro colocar el vino, el ajo y la mezcla de quesos.
3A fuego medio revolver con una cuchara de madera.
4Una vez cremoso e integrado cocinar 2 a 4 minutos a fuego bajo para fusionar sabores y evaporar alcohol del vino. Si desea hacer la fondue mas suave, se puede utilizar la mitad del vino y remplazar por fondo de cocción suave, o leche, generalmente si se elabora para niños.
5Servir caliente y burbujeando. Mantener sobre vela y comenzar a comer con pan de campo, verduras o frutas en pedazos sumergiendo y revolviendo a la vez toda la fondue para que no se queme.
6En Suiza se suele terminar la fondue con un huevo y la parte crocante que queda debajo revolviendo continuamente para cocinarlo.