4 rodajas de calabaza.
4 fetas de queso cheddar.
4 cdas de lentejas cocidas.
2 cdas de queso blanco.
Una cda de perejil.
4 rodajas de tomate.
Un puñado de hojas de rúcula.
Azúcar.
Aceite de oliva.
1Disponer las rodajas de calabaza en una placa, rociarlas con un hilo de oliva, salpimentarlas y espolvorearlas con una pizca de azúcar.
2Llevar al horno hasta dorar.
3Una vez doradas, disponer sobre cada calabaza una feta de queso y llevar a horno para derretir.
4Por otro lado, condimentar las lentejas con el perejil y el queso blanco.
5Retirar las calabazas y disponer sobre 2 de ellas por separado la mezcla de lentejas, cubrir con las rodajas de tomate y sobre ello las hojas de rúcula.
6Tapar con las segundas rodajas de calabaza y pinchar con un palillo de bambú.
7Servir con unas clásicas papas fritas.