Una taza de almendras. (Con un kilo podés tener alrededor de 8 litros de leche).
Un l de agua mineral o filtrada.
1/2 tacita de pasas de uva.
1Remojar las almendras en agua durante una noche.
2Retirar a la mañana, descartar el agua y lavarlas. Opcional: si querés pelarlas las dejás un ratito en agua caliente y se hace fácilmente.
3Licuar las almendras con el litro de agua.
4En esta instancia se puede agregar endulzante natural, stevia, y diferentes dátiles como pasas de uva, por ejemplo.
5Procesar a máxima potencia hasta generar un líquido.
6Buscar un lienzo bien limpio (puede ser una bolsa de tela siempre y cuando esté bien limpia) y filtrar bien sobre un bowl.
7La pulpa que queda se puede disecar en el horno y convertir en harina.
8Sin disecarla, se puede utilizar directamente húmeda para hacer galletitas, budines y otras preparaciones.
9Colocar el líquido en la heladera para conservar.