400 g de macarrones cortos o pasta tiburón (parecida a los elbow macaroni o macarrones de codo).
200 g de queso cheddar rallado.
100 g de queso parmesano rallado.
2 y 1/2 cdas de harina.
3 tazas de leche o 750 cc.
160 g de manteca.
100 g de pan rallado.
Una pizca de pimentón.
Sal y pimienta, a gusto.
1En una olla con un litro de agua y un poco de sal, cocinamos los macarrones. Transcurrido el tiempo escurrir los macarrones.
2En una cazuela, derretir 60 g de manteca a fuego medio, añadir las cdas de harina y remover.
3Verter poco a poco la leche y seguir removiendo, para crear una especie de salsa bechamel.
4Añadir sal, pimienta y la mitad de los dos quesos fundidos (100 g de cheddar y 50 de parmesano, reservando la otra mitad para después).
5Cocinar toda esta mezcla a fuego lento sin dejar de remover.
6En una sartén antiadherente, añadir los 100 g de manteca que nos quedaron.
7Cuando comience a fundirse, añadir el pan rallado.
8Colocar los macarrones en una fuente de horno, verter la salsa bechamel.
9Agregar la manteca y el pan rallado al final y el resto del queso rallado que quedaba.
10Hornear a 180° durante 25 minutos.
11Transcurrido el tiempo dejar reposar antes de servir.