400 g de espinaca congelada.
Un diente de ajo.
1/2 cebolla.
1 y 1/2 huevos.
125 g de queso ricota magro.
25 g de harina.
15 g de fécula.
Aceite de oliva, c/n.
1Descongelar la espinaca y exprimirla bien para retirar el exceso de agua. Reservar.
2En otra sartén rehogar con aceite de oliva la cebolla picada y el ajo.
3Mezclarlos junto a la espinaca y a la ricota.
4Incorporar la harina y la fécula y finalmente los huevos. No amasar demasiado.
5Colocar una olla con agua a hervir junto con un poco de sal.
6Incorporar bolitas de la mezcla de espinaca y esperar a que suban a la superficie.
7Retirarlos con una espumadera y colocarlos dentro de la salsa.