500 g de harina 0000.
100 g de manteca.
250 cc de agua.
½ cdta de sal.
Una cdta de jugo de limón.
Margarina, c/n.
Almidón de maíz, c/n.
250 g de dulce de membrillo.
500 cc de agua.
300 g de azúcar.
2 litros de aceite para freír.
Granas de colores, c/n.
1En un bowl, poner la harina, la manteca fría en daditos, la sal y el jugo de limón.
2Picar los ingredientes con un cornet o desmenuzar con las manos hasta lograr un arenado.
3Agregar el agua bien fría, mezclar todo hasta obtener una masa y dejarla descansar por 20 minutos, bien tapada.
4Estirar la masa con máquina de pastas o palote a lo largo, con harina extra para que no se pegue.
5Una vez estirada, untar con margarina pomada y espolvorear con un poco de almidón de maíz.
6Enrollar la masa y aplastarla con la mano, para que el rollo quede hecho un rectángulo.
7Dejarla descansar y repetir operación: estirar una vez más, untar con margarina, espolvorear con almidón de maíz y enrrollar nuevamente.
8Estirar la masa finita con máquina o palote, y cortar en cuadrados de 8 a 10 cm de lado.
9Para armar el pastelito, colocar un cuadrado de masa sobre la mesada.
10Acomodar un cubito de dulce de membrillo en el centro, pincelar con agua alrededor del dulce y colocar otra capa de masa arriba del dulce.
11Cerrar bien haciendo presión con los dedos alrededor del cubito de membrillo para que se pegue una masa con la otra.
12Hacer los pliegues para darle forma al pastelito y freír a dos temperaturas, primero un baño de fritura a unos 150° y luego en otro aceite a 180°.
13Una vez dorados, retirar del aceite y poner en papel absorbente.
14Sumergir unos pocos segundos en almíbar a temperatura ambiente y decorar con granas de colores